sábado, 21 de noviembre de 2009
Para sentir y pensar
I CRIED FOR YOU Katie Melua (UK, 2005) bajo la dirección de Babanuki:
martes, 17 de noviembre de 2009
Los Videoclips como cuentos de la posmodernidad II
Uno de los “cuentos maravillosos” más antiguos es la Cenicienta. De origen y autor desconocido, transmitido hasta donde se conoce de forma oral, y recogido por escrito desde hace ya varios siglos en diferentes culturas, la Cenicienta nos llena de moralejas y nos prepara para la vida (sobretodo al género femenino) de una forma que aún sigue vigente en el inconsciente colectivo de la humanidad. Por eso, este tipo de relatos míticos no pierden nunca su vigencia y son transmitidos de una forma u otra a lo largo de los siglos y las diferentes culturas.
La versión más extendida actualmente en la sociedad occidental es la que transcribió Charles Perrault en 1697, si bien en la continuación de su transmisión ha ido adoptando ligeras variaciones, sobretodo desde que Walt Disney realizara su versión cinematográfica en 1950, interpretando a su modo el cuento. Desde entonces, Cenicienta se ha convertido, en nuestra sociedad, en un icono con imagen propia. La rubia y delgada protagonista se adaptaba perfectamente a las convenciones del momento, y sus enseñanzas acerca de la bondad, la inocencia, la belleza y la fragilidad que deben ser salvadas sitúa al género femenino donde precisamente se esperaba que estuviese.
De igual forma que la sociedad ha ido evolucionando desde entonces, lo han hecho las “sub-representaciones” de la cenicienta típica de cada momento. Bajo la sombra de la versión del gigante norteamericano, que se impuso con fuerza al ser el primero en lanzar de esta forma masiva tales realizaciones audiovisuales de los cuentos de hadas (lo que marcó un antes y un después en el entendimiento y la apropiación que cada individuo debería hacer con ellos), la sociedad occidental, cada vez más globalizada, fue evolucionando en tecnología y mentalidades, y desde luego hoy en día la película sigue siendo el referente, pero las elaboraciones actuales ya no pueden centrarse en una criada que vive en un castillo y va al baile de un príncipe casadero. Las ciudades han cambiado, los productos industriales han cambiado, las poblaciones han cambiado, han cambiado las familias y ha cambiado la situación y la forma de ser de la mujer. Hoy en día, los niños y jóvenes crecen viendo cine y televisión, jugando a videojuegos y relacionándose a través de Internet la mayor parte de su tiempo libre. Por eso, es importante e interesante centrar la mirada en cómo se reciben ahora los cuentos maravillosos y todo su simbolismo, y, en lo que nos concierne, el caso concreto de La Cenicienta.
Puesto que los mensajes que nos dejan estos cuentos, desde sus inicios y hasta ahora, son elaboraciones simbólicas que representan los imaginarios colectivos y las enseñanzas que se supone nos prepararán para un desarrollo correcto en la vida, situándonos en los arquetipos (pero también en los estereotipos) que nos integrarán en nuestra cultura de forma correcta y nos aportarán la sabiduría necesaria para desarrollarnos óptimamente, siguen estando presentes en las formas de comunicación de cada época. Hoy en día, en el auge tecnológico y virtual que vive nuestra sociedad, tales mensajes no pueden casi ser ya integrados de forma oral, y por eso los encontramos en el resto de manifestaciones que producimos, sobretodo, la audiovisual: aquella que acapara casi la totalidad de nuestra atención cada día.
En este sentido, el videoclip, que se descubre como una de las últimas formas de expresión y comunicación audiovisual, se ha configurado como un espacio en el que podemos asistir al imaginario colectivo actual. Un espacio sin reglas que se presta a la creación artística pero también a la labor de la publicidad, de forma que estereotipos y simbolismos son el plato principal.
Con un público mayoritariamente adolescente, la función de los cuentos maravillosos ha quedado relegada a este tipo de producciones, junto al cine y otros formatos televisivos, y, así, los personajes clásicos que encontrábamos en aquellos relatos han adoptado su propia forma e imagen postmodernistas. Sigue habiendo cenicientas, pero ahora también hay cenicientos, y sobretodo, ya no acuden a castillos reales a buscar a sus príncipes. Ahora, hay otros lugares. Y también otras formas.
Videoclips:
Original Sin (Elton John). Dirigido por David LaChapelle en 2001 (posteado anteriormente).
She´s The One” (Robbie Williams). Dirigido por Dom Hawley y Nick Goffey en 1999.
Tell Me Something I Don´t Know (Selena Gómez). Dirigido por Elliot Lester, 2008.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Publicidad o Arte
Desde la primera vertiente podríamos dar cabida a todas aquellas opiniones fundamentadas en la superficialidad del clip musical. Estar vinculado al mundo publicitario implica una connotación negativa por la que el contenido se entiende vacuo y con un único fin destinado a la venta. Ello, por supuesto, supone que las imágenes contenidas se basan en estereotipos y reflejan realidades que no están al alcance de los verdaderos receptores del formato.
Desde la segunda, debemos fundamentarnos en el origen y la historia que configuran al vídeo musical. Nacido y generado de manos de artistas y desarrollado por estos y cineastas, de la mano del auge de la tecnología digital y del posmodernismo, el videoclip se define por ser terreno de experimentación audiovisual y creación artística, albergando los más modernos efectos y técnicas, que posteriormente pasarán ya a ser emulados por el cine y otras formas de creación audiovisual o digital.
La clave se encuentra en aprender a mirar, y no solo ver. No puede definirse al videoclip como parte de un concepto u otro, sino que se trata de un formato con entidad propia que incluye las dos vertientes. De esta forma, comprobaremos cómo nos encontramos ante uno de los formatos más fascinantes antropológica, sociológica y artísticamente, donde, por primera vez, la intención y el resultado artísticos son lanzados masivamente y recibimos por el gran público de forma positiva. El arte experimental ya no es solo fuente de entendimiento para grupos marginales e intelectuales. El videoclip es, por fin, una verdadera vía de comunicación entre arte y sociedad. Los estereotipos están, pero también la simbología y los arquetipos, y, de cualquier forma, los estereotipos son algo creado por la sociedad, al igual que los medios. No existe tal peligro de manipulación de las masas. Es, así, el videoclip, un arte difetente. Un arte mediático, podríamos concluir.
miércoles, 8 de julio de 2009
El legado del rey del pop
Además de la indicutible repercusión del artista como estrella máxima del mundo del pop y del entretenimiento en general, Michael Jackson se caracterizó también por sus importantes aportaciones humanitarias, tanto dentro de la música como fuera. Fueron muchas las canciones que dedicó para la ayuda de los más necesitados y para la mejora del mundo. Entre ellas, Earth Song se convirtió en prácticamente un himno, y cuenta con un excelente videoclip, dirigido por el fotógrafo Nick Brandt en 1995, y rodado a lo largo de 4 continentes, tanto en escenarios simulados como naturales. Un videoclip que, sin duda, merece la pena recordar.
lunes, 22 de junio de 2009
Los videoclips como cuentos de la posmodernidad
A continuación, la Cenicienta del siglo XXI, en un videoclip de David LaChapelle del año 2002, para la canción "Original Sin", de Elton John:
miércoles, 10 de junio de 2009
El experimento de la CBS
Sin embargo, a principios de los 80, las últimas dudas que podían quedar, quedaron completamente resueltas a raíz de un experimento que la cadena de radio y televisión estadounidense CBS (Columbia Broadcasting System) llevó por su cuenta. Llegado el momento de la reedición del disco Thriller, de Michael Jackson, se realizaron y difundieron, al mismo tiempo, dos vídeos para dos de los singles del mismo: Billie Jean y Beat It. Cuando se contabilizaron las ventas, los resultados fueron decisivios: el disco incrementó sus ventas, con respecto a su primera fase de publicación, en ocho millones.
Beat It (Micheal Jackson) Dirigido por Bob Giraldi en 1982:
Billie Jean (Michael Jackson) Dirigido por Steve Barron en 1982:
lunes, 25 de mayo de 2009
Festival Internacional de Videoclips
http://www.tucamon.es/fivecc
martes, 19 de mayo de 2009
MTV y el comienzo de la era del videoclip

A partir de la MTV nacieron también, definitivamente, los programas completamente musicales para la televisión, y otras formas de difusión relacionadas con la imagen y la música. Gracias a este canal musical, muchos grupos nuevos pudieron darse a conocer, solo con la producción de videoclips (es decir, con la fuerza y el impacto de la imagen), puesto que las estaciones de radio FM del momento se dedicaban solo a la difusión de grupos y cantantes ya consagrados. El impacto de esta cadena fue tal, que a partir de su inauguración, otros canales completamente musicales comenzaron a aparecer en EEUU y en el mundo, como la VH1 en 1985, concebida para un target más adulto. Con la MTV, el definitivo convencimiento de las casas discográficas acerca de la rentabilidad de la producción de videoclips tuvo lugar. Para 1983, las listas americanas Billboard, se podría decir que las más importantes en el mundo, ya incluyen al videoclip dentro de sus mediciones de éxito.
La MTV no solo creó la concepción comercial del videoclip, sino que generó, como ya se ha dicho, nuevas formas de disfrutar y entender la música. Consistente en un flujo continuo de imágenes, generalmente sin cohesión, pero siempre acompañadas de canciones, supuso su sintonización como medio de acompañamiento, al igual que si se tratase de una radio, para la realización paralela de tareas domésticas u otros quehaceres. Volver la vista a la televisión no solía implicar la pérdida de datos o de relato.
Bares, colegios, discotecas, y todo tipo de establecimientos contaron con la presencia de la MTV. Como bien escribe Ana María Sedeño Valdellós, “desde entonces forma parte de la cultura americana” y, sobretodo, de la cultura juvenil, que es la que se encontraba más directamente sobre el punto de mira de las estrategias publicitarias que incluían al videoclip, así como el hecho de que fuese la que más frecuentaba los lugares dónde ésta se proyectaba. Hoy en día, tal cultura está ya extendida al resto del mundo occidental. En cualquier punto de América o de Europa podemos asistir a tal culto sobre el videoclip. Musica da vedere, de Gianni Sibilla, realiza un repaso de la política de globalización en lo que respecta a la cadena Mtv, y cómo ésta se reparte por todo el planeta: desde Usa, la “madre”, hasta Europa, donde aparece el 1 de agosto de 1987, pasando por Asia, Australia, e incluso variantes temáticas, como Mtv Latino, Mtv Internacional, o la Mtv propia de cada país (Mtv Japón, Mtv Brasil…).
Desde que la MTV inauguró su difusión, pasó por sus propias fases de programación, habiendo nacido solo con la intención de emitir videoclips en un flujo continuo y sin interrupciones, para ir incorporando, poco a poco, la creación de un sistema de programación, con publicidad y programas propios (aunque siempre alrededor de la música y el videoclip), hasta llegar a ser considerada una total institución. A partir de este momento, el videoclip ya no será nunca más un nuevo formato. Se incorpora de tal forma a la cultura y a los impactos del día a día, que parece que haya existido siempre. Ann Kaplan lo define como un objeto postmoderno que, desde este canal de televisión, responde al estado de la sociedad y, especialmente, de la juventud. Hoy en día cuenta con sus propias tipologías; también, existen aquellos clips que quieren solamente dar a conocer la imagen del artista, e impulsar su venta, así como aquellos que, realizados por directores del cine o del videoarte, buscan experimentar y generar verdaderas obras artísticas.
Video Killed The Radio Star, de The Buggels (dirigido por Russell Mulcahy), y con un título muy apropiado, fue el primer videoclip emitido por la MTV, aquel 1 de agosto de hace ahora 28 años.
sábado, 16 de mayo de 2009
El primer videoclip

Este videoclip no solo fue un éxito de cara a la finalidad promocional, sino que investigó, por primera vez en un vídeo musical, las posibilidades de la tecnología digital, ensayando efectos especiales que se han convertido en el precedente más claro para lo que, no muchos años después, definiría finalmente al videoclip: la experimentación visual.
viernes, 15 de mayo de 2009
El Videoclip como Espacio Multidisciplinar
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Por eso, presentamos al videoclip como un espacio multidisciplinar total; un espacio donde artistas de cualquier género pueden explorar sus necesidades. ¿Estamos, quizás, ante la definitiva obra de arte total, la verdadera Gesamtkunstwerk?
jueves, 14 de mayo de 2009
El Videoclip y Nosotros
En cada época ha existido una forma de hacerlo. Desde el arte, y desde la cultura visual, hemos evolucionado a partir de simples reproducciones pictóricas a todo tipo de disciplinas de la representación. Hoy, contamos con innumerables desarrollos tecnológicos que ponen a nuestro alcance cientos de formas de exponernos al resto y a nosotros mismos. El videoclip, es una de ellas, porque además de constituir un espacio multidisciplinar para el arte (y, con ello, la libertad de expresión y experimentación), es una de las pocas disciplinas que llega a todos los sectores de la población. Como formato de creación, es aquel escogido por los artistas de la música y el vídeo para sus propias expresiones, y como formato de recepción, define todo tipo de reflejos culturales y existenciales; define nuestro grupo social. Como formato de búsqueda, constituye una de las formas más contemporáneas de expresar nuestra identidad visual; una de las formas más efectivas de construirnos a nosotros mismos, y de hacerlo hacia los demás.
A continuación, un divertido videoclip en el que asistimos a todo un desfile, literal, de arquetipos, símbolos y estereotipos sociales que se observan a sí mismos, y actúan para los demás como lo que quieren llegar a ser para ellos, a través del ojo de la cámara, y sobre la canción “Pink”, de Aerosmith. Dirigido por Doug Nichol en 1997: